...El espejo

…El espejo
Fantasmas yacen de tú risa, lagos, ríos, formas te descifran, y corremos, recuesto mi cuerpo y me consagro a la sombra, a una imagen, de la noche refresco el numen, los cristales, en una habitación (los) entes, horror el tacto pues nada existe. Míos los recuerdos como líquenes del hierro, vuelo y nos perdemos, naufragio en promesas del perfume vago de la arena, los sonidos tácitos de lo nocturno descifran laberintos, destellos emergen a los sueños, y finitos filos de palabras desvanecen en versos las formas que encierran nuestros cuerpos.
Entre ciudades azules te deformas, luces de un fractal de aromas purpuras descifraron los secretos, te quiebras congelando imágenes ambiguas a ventanas de la noche…
Éxtasis, arrogancia creando un velo turbio, de la soledad de una imagen…

Resuenan do en voces imitando ases, la noche, inmersos en espíritus los cristales, vagamos en castas brumas del sonido, y desaparezco en entes taciturnos de gentiles, estruendo en horas, viajan lenguas y sonidos, mi boca humana, baja, eterna, y oculta, inmolando la vigilia de los sueños…
A las letras, a mí, a los astros, a los siclos… al otoño eterno… al que en una palabra lo encierran en todo, como el todo, el que es, el que fue y el que será… el primitivo y rojo fuego que se encierra en calor inmenso de una luz… en la palabra ambigua, el reflejo tan perdido y vago… de un arquetipo…


POR: Ezequiel Galicia Vicente